Qué es coaching ejecutivo o empresarial
Escuchamos hablar con frecuencia de coaching para el trabajo, coaching para la vida, coaching para el entrenamiento físico. Hay un coaching para casi todo.
Sin embargo, y, teniendo en cuenta que a la mayoría de los ejecutivos no les gusta admitir que necesitan ayuda, el coaching empresarial o ejecutivo resulta en cierto modo un recurso poco utilizado. Te hablamos de las bondades del coaching empresarial: una herramienta que te ayudará a mejorar tus competencias de liderazgo y ser un mejor manager.
El coaching ejecutivo está orientado a incrementar la eficacia de los gerentes, ayudando a modificar conductas negativas, perfeccionando habilidades de liderazgo y mejorando la comunicación interpersonal.
Como decíamos, uno de sus grandes desafíos consiste en determinar si un ejecutivo está abierto a la idea de necesitar el servicio de un coach y si realmente lo necesita de hecho.
En ocasiones, son los propios ejecutivos -aquellos más intuitivos- quienes reconocen su necesidad de coaching porque no se sienten cómodos en su puesto, no alcanzan sus objetivos o reciben evaluaciones poco favorables.
Sin embargo, en muchos otros casos, son los jefes o directores de Recursos Humanos quienes detectan ciertas conductas problemáticas:
- Conflictos de personalidad: el ejecutivo hace su trabajo pero reprime opiniones y aleja a sus colaboradores con su conducta.
- Control excesivo: el ejecutivo está involucrado en todas las decisiones y no sabe delegar.
- Clientes disconformes: el ejecutivo no presta suficiente atención a los productos y servicios de la empresa.
- Ineficacia al liderar: el ejecutivo no toma iniciativas ni cumple con las expectativas de la organización.
Requerimientos del coaching
En líneas generales, un proceso de coaching puede dar buenos resultados en la medida en la que el ejecutivo:
- esté convencido de que puede funcionar.
- dedique tiempo al proceso.
- acepte opiniones de los demás.
- aplique nuevas destrezas.
- sea abierto y sincero con el coach.
Los colaboradores del ejecutivo -o coachee– también son parte importante en el éxito del proceso y deberían seguir algunas pautas:
- tener expectativas realistas acerca del cambio del ejecutivo.
- analizar y modificar sus propias conductas.
- estar dispuestos a dar opiniones.
- estar preparados para modificar las opiniones del ejecutivo.
El proceso de elegir a un coach implica algo más que aceptar referencias a ciegas o tomar una decisión a partir de una única entrevista. A la hora de decantarse por un profesional del coaching es fundamental sentirse a gusto con el profesional y estar convencido de que se entablará con él una relación productiva.
Una vez seleccionado, normalmente se realiza una reunión en la que se habla de los objetivos y las expectativas, se plantean dudas y se confirma si todas las partes involucradas están comprometidas.
A continuación, el coach inicia un proceso de recopilación de información entre los colegas de su cliente, desde jefes hasta clientes. A partir de ahí, puede hacerse una idea de las fortalezas y debilidades de su coachee.
Herramientas del coaching
Una vez recopilada esta información, el ejecutivo y su coach elaboran juntos un plan de desarrollo en el que se incluyen:
- cuáles son las cualidades y las áreas de mejora del coachee.
- cuánto tiempo se dedicará a cada cuestión.
- con qué frecuencia se reunirán para evaluar la marcha del proceso.
Durante el tiempo que dure el proceso de coaching es importante consultar con frecuencia al coach para abordar :
- qué cosas dieron resultado y cuáles no.
- la reacción del ejecutivo ante situaciones específicas.
- cómo respondieron sus colegas,
- cambios de conducta definitivos
- frustraciones y oportunidades no aprovechadas
- análisis de los objetivos a corto plazo
El objetivo final del proceso de coaching empresarial es que el ejecutivo adquiera las habilidades necesarias para desempeñarse como manager sin la ayuda de su coach.
Así, el plan de desarrollo personal debería incluir algunos componentes como:
- Resumen de las habilidades de liderazgo y áreas de mejora del ejecutivo.
- Objetivos para el próximo año.
- Conductas concretas que acerquen al coachee a su visión.
- Plan para sobreponerse a la resistencia y posibles conflictos.
Un proceso de este tipo incluye, por norma general, 7 “momentos clave” por parte del ejecutivo:
- Se olvida de todo para ganar perspectiva y reflexionar.
- Dialoga con su coach desde una perspectiva nueva.
- Escucha o se da cuenta de algo por primera vez.
- Ve las cosas de forma diferente.
- Llega a “revelaciones o insights” que le permiten ver que es capaz de generar sus propias soluciones o respuestas.
- Fortalece su seguridad en base a su autoconocimiento.
- Es consciente de la situación y de la respuesta que debe dar: el “momento ajá”.
Pero ante todo, recuerda: para que el proceso de coaching tenga un efecto positivo, tu participación en el mismo debe ser plenamente voluntaria.
¿Eres consciente en este momento de la necesidad de ser ayudado?