Vamos a hacer limpieza mental…

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La semana pasada terminé proponiendo un ejercicio que me gustaría recuperar para continuar hablando de GTD.

Todavía estas a tiempo de tomar papel y boli o tu teléfono:

    1. Piensa y escribe todos los soportes que utilizas para organizarte y que te plantees cuando haces uso de ellos. Por cierto ¿Utilizas la cabeza como herramienta para organizarte?
    2. Piensa y escribe todos los compromisos o frentes abiertos que tienes actualmente. Cuando digo todos, me refiero a todos, también esos a los que te gustaría dedicarle más tiempo. Y muy importante, atiende todas las áreas de tu vida.

 

Este ejercicio que a priori parece simple e incluso carente de importancia supone múltiples beneficios. Vamos a explicar cómo hacerlo para comprender su sentido.

Para que el ejercicio te sea de utilidad es indispensable que busques un espacio tranquilo y que tengas por delante al menos 2h.

  1. Piensa en todas aquellas cosas que ocupan un lugar en tu mente. Aquellos temas no resueltos, a los que llamaremos “frentes abiertos”. Un frente abierto es todo aquello que ocupa un lugar en tu mente porque el estado, su estado actual es diferente al estado deseado. Es importante que tengas en cuenta tanto los grandes temas como los pequeños. Hablamos de TODO lo que ocupa espacio mental.
  2. Comienza a escribir una a una todas estas “cosas” o “frentes abiertos”: pasar ITV, llamar a mi hermano, escribir mail a Isabel, redactar plan estratégico de marketing, desarrollar contenido de la reunión del Martes….. Cada “cosa” por separado, cada frente abierto debe escribirse en individual. En notas físicas separadas, o notas virtuales.

 

No te asustes si escribes más de 150 “cosas”, es habitual. Tampoco, si lo que escribes es muy dispar, en nuestra cabeza puede ocupar el mismo espacio tener una conversación con alguien, tomar una decisión con respecto a la compra de un coche nuevo o arreglar la puerta del armario que lleva tiempo fallando.

Lo importante es que hagas el esfuerzo de vaciar tu mente y que no hagas nada más en ese momento… solamente vaciar tu mente. Ya harás algo con ello más tarde…

¿Por qué es tan poderoso este ejercicio? ¿Y por qué se presenta como una etapa clave del modelo GTD?

Todo lo que ocupa un lugar en nuestra mente está ahí porque queremos que sea de una forma diferente a la que hoy es, por lo tanto necesitamos hacer algo con ello, el simple hecho de escribirlo significa acción, estamos actuando, y eso ya genera alivio.

Nuestra mente almacena “cosas” hasta que estas están resueltas, el problema es que almacenamos tal cantidad de “frentes abiertos” que operamos siempre en cortocircuito lo que dificulta mucho la eficiencia, la eficacia y la productividad. Vaciar la mente nos aporta cierta sensación de control.

Y por último el sacar de nuestra cabeza todo lo que no está resuelto y hacerlo de forma individual, nos permite tratar los “problemas” uno a uno, con objetivos y resultados deseados coherentes y con sentido para cada uno de estos problemas o frentes abiertos.

Te invito a probarlo, realmente es una actividad que aporta control, algo que la mayoría de las personas necesitamos en alguna de las áreas de nuestra vida.

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